Un enclave histórico de primer orden

Los Castillejos de Alcorrín es un yacimiento arqueológico situado en el término municipal de Manilva, Málaga. Este asentamiento, que data de la Edad del Bronce y tuvo una importante ocupación fenicia, constituye uno de los testimonios más relevantes de la protohistoria en la costa occidental malagueña. Su estratégica ubicación en una colina permitía el control visual de una amplia zona costera y de las vías de comunicación naturales.

Las excavaciones han revelado una compleja estructura defensiva con murallas y torres, así como restos de viviendas y espacios de producción que hablan de una sociedad organizada. Los hallazgos de cerámicas, herramientas y objetos de adorno, tanto de origen local como de procedencia fenicia, evidencian su papel como punto de contacto e intercambio entre las culturas indígenas y los colonizadores mediterráneos.

Actualmente, el yacimiento es un recurso patrimonial clave para comprender los procesos de contacto cultural en el primer milenio antes de nuestra era. Su estudio contribuye de manera fundamental al conocimiento de la formación de las sociedades complejas en el sur de la Península Ibérica y es un foco de interés tanto para la investigación arqueológica como para la divulgación del patrimonio histórico.

Un espacio dedicado a la tradición vinícola

La Plaza De La Vendimia en Manilva es un lugar emblemático que rinde homenaje a la rica tradición vitivinícola de la región. Este espacio público no solo sirve como punto de encuentro para la comunidad, sino que también celebra la importancia cultural y económica de la uva y el vino en la localidad.

Con un diseño que integra elementos relacionados con el proceso de la vendimia, la plaza ofrece un entorno único donde se pueden apreciar esculturas y detalles artísticos que narran la historia del campo y sus gentes. Es un sitio ideal para eventos culturales, ferias y celebraciones que giran en torno a esta tradición tan arraigada en Málaga.

La plaza se convierte así en un testimonio vivo del patrimonio local, fusionando arte, historia y comunidad en un mismo espacio. Su ubicación en el corazón de Manilva la hace accesible y frecuentada tanto por residentes como por visitantes interesados en la cultura y la gastronomía de la zona.

Un monumento histórico con vistas impresionantes

El Castillo de Casares se alza sobre un cerro rocoso dominando el pueblo blanco y la costa mediterránea. Esta fortaleza de origen árabe, declarada Bien de Interés Cultural, es uno de los símbolos más emblemáticos de la provincia de Málaga y un testimonio clave de la historia de la frontera entre los reinos cristiano y nazarí.

Su estratégica ubicación ofrece panorámicas espectaculares de la Serranía de Ronda, el Estrecho de Gibraltar y el norte de África. El recinto, de acceso libre, conserva parte de sus murallas y torres, invitando a un viaje en el tiempo a través de sus piedras centenarias.

Un lugar histórico en la Serranía de Ronda

La Casa Natal de Blas Infante se erige como un monumento de gran relevancia histórica y cultural en el pueblo blanco de Casares. Este espacio museístico está dedicado a la vida y obra del considerado Padre de la Patria Andaluza, ofreciendo a los visitantes un recorrido íntimo por su legado intelectual y político.

El edificio, típico de la arquitectura popular de la zona, alberga en su interior una colección de objetos personales, documentos y fotografías que contextualizan la época y el pensamiento de Blas Infante. Su ubicación en el casco histórico, con vistas espectaculares, convierte la visita en una experiencia que combina historia, arte y paisaje.

Gestionado por el ayuntamiento, este centro no solo es un museo, sino un punto de referencia para el estudio del andalucismo histórico y la celebración de actos culturales vinculados a la identidad de la región, reforzando su papel como dinamizador cultural local.

Un viaje a la historia política y personal

La Casa Museo Casares Quiroga se erige como un testimonio vivo de una figura clave en la historia política de Galicia y de España. Ubicada en el corazón de A Coruña, esta institución no solo preserva el legado de Santiago Casares Quiroga, sino que también ofrece una mirada íntima a la vida y el contexto de una época convulsa. A través de sus estancias y objetos personales, los visitantes pueden comprender mejor las complejidades del período republicano y la Guerra Civil.

El museo combina la conservación del patrimonio histórico con una labor divulgativa, presentando exposiciones y documentación que contextualizan la trayectoria del que fuera presidente del Gobierno. Más que un simple espacio expositivo, es un centro de reflexión sobre la memoria democrática, ideal para estudiantes, investigadores y cualquier persona interesada en la historia contemporánea de España.

Un enclave histórico y natural

Los Baños de la Hedionda de Casares constituyen un espacio natural de gran valor histórico y paisajístico. Se trata de unos baños de origen romano, famosos por sus aguas sulfurosas, que han sido utilizados con fines terapéuticos desde la antigüedad. El entorno, ubicado en el término municipal de Casares, combina el interés arqueológico con la belleza natural de la zona.

Este lugar es un testimonio vivo de la historia de la comarca y un punto de interés para quienes buscan conectar con el patrimonio y la naturaleza. La conservación del espacio permite a los visitantes imaginar el uso que se le daba en épocas pasadas, mientras disfrutan de un paraje único en la provincia de Málaga.

Un enclave con vistas históricas

El Mirador del Castillo es un espacio privilegiado situado en la localidad de Casares, desde el cual se pueden contemplar unas vistas panorámicas excepcionales de la serranía y la costa malagueña. Este punto, ligado al histórico castillo de la villa, combina el atractivo paisajístico con el valor patrimonial del entorno.

El lugar se ha consolidado como un referente turístico y cultural de la zona, ofreciendo a los visitantes una experiencia donde se fusionan la naturaleza, la historia y la fotografía. Su ubicación en el corazón del pueblo blanco de Casares lo convierte en un destino imprescindible para quienes buscan capturar la esencia de Andalucía.

Un monumento histórico

La Fuente de Carlos III es una destacada obra de patrimonio público ubicada en el municipio de Casares. Su construcción, promovida durante el reinado del monarca que le da nombre, representa un importante hito en la historia local y un ejemplo de la arquitectura y el diseño de la época.

Este elemento, situado en la vía MA-528, ha servido durante siglos como punto de abastecimiento de agua y encuentro para la comunidad. Su valor trasciende lo utilitario, constituyéndose en un símbolo de identidad y un testimonio material de la evolución del municipio.

Un rincón con encanto en la provincia de Málaga

Casares La Pequeña Andalucía es un espacio dedicado a la promoción y difusión de la riqueza cultural y patrimonial de este emblemático pueblo blanco. Situado en el corazón del municipio, ofrece a visitantes y residentes una ventana a la historia, el arte y las tradiciones locales que definen la identidad de Casares.

Desde su ubicación en la calle Villa, este centro actúa como punto de información turística y cultural, organizando exposiciones, eventos y actividades que reflejan el carácter andaluz de la zona. Su labor es fundamental para conectar el legado histórico con las expresiones artísticas contemporáneas, fomentando así un turismo de calidad y respetuoso con el entorno.

Un yacimiento arqueológico de gran valor histórico

La Ciudad Romana de Lacipo es un importante yacimiento arqueológico situado en el término municipal de Casares, en la provincia de Málaga. Este asentamiento, de origen turdetano y posteriormente romanizado, ofrece una ventana excepcional a la vida y la organización urbana en la antigua Bética romana. Sus restos, que incluyen murallas, viviendas y estructuras públicas, atestiguan la relevancia estratégica y económica de este enclave en las rutas comerciales de la época.

La visita al sitio permite apreciar la complejidad de una ciudad romana, con su característico trazado urbano y la adaptación al terreno. Los hallazgos realizados en las excavaciones, como cerámicas, monedas y elementos arquitectónicos, se conservan en museos y contribuyen a reconstruir la historia de la región. Lacipo constituye, por tanto, un patrimonio cultural esencial para comprender el pasado de la Costa del Sol occidental y su evolución a lo largo de los siglos.